En dos post anteriores os hablamos desde Legitec de los retos que suponían el Internet de las cosas y el Big Data en términos de protección de datos. Unos retos que ha analizado recientemente la Agencia Española de Protección de Datos.
Es fundamental que ambas tecnologías pongan su énfasis en asegurar la protección de los datos de los usuarios, tanto a la hora de conectarse de una forma segura, compartir información, como en el uso que se hace de todos estos datos personales.
La Agencia considera que “es necesario realizar una reflexión más profunda sobre los límites de estos sistemas y la necesidad de conciliar los beneficios de la innovación y la economía digital con el respeto a los derechos fundamentales de las personas”.
Entre los retos que se presentan ante el Internet de las cosas, no sólo se encuentra la necesidad de que los ciudadanos puedan conectarse en un entorno seguro, también es necesario determinar el uso que se hace de los datos que comparten los usuarios, ya que éstos pueden recogerse sin el conocimiento de los implicados y pueden ser usados para un fin distinto del que inicialmente se determinó.
Estos retos anteriores también son aplicables al Big Data, donde los datos recabados pueden dar una gran información sobre las personas y suponen todo un riesgo para su privacidad y su intimidad.
Para la AEPD es fundamental que exista un diálogo entre ingenieros, desarrolladores y expertos en privacidad, y entre las empresas y las autoridades de control, “teniendo siempre presente que el derecho a decidir sobre la propia información personal es un derecho fundamental y, como tal, es irrenunciable. En este terreno, no todo lo tecnológicamente posible resulta aceptable”, en palabras del director de la agencia, José Luis Rodríguez Álvarez.
Para poder asegurar la privacidad de los usuarios es necesario que existan normativas que se adapten al cambiante mundo de las nuevas tecnologías, de ahí la necesidad de un diálogo constante para que las nuevas leyes no queden obsoletas en un periodo de tiempo muy corto.
Tanto el Big Data como el Internet de las cosas son grandes tecnología, cuyos beneficios serán realmente importantes, no sólo para la economía sino también para el desarrollo de nuevas formas de comunicación y análisis de datos, pero desde el punto de vista de la protección de datos, es necesario que se cumplan los derechos de privacidad.