LOS SECRETOS EMPRESARIALES ESTÁN DE MODA….

Es posible que recientemente hayas escuchado hablar de términos como “secretos empresariales”, “ley de secretos empresariales”, «know how”, “competencia desleal” y no sepas en qué consiste ni si están o no relacionadas. Realmente no se trata de concepto nuevos, sino que poco conocidos en nuestra legislación ya que hasta el año 2019 no teníamos una regulación específica.

En este post voy a tratar de resolver esas dudas explicando qué es un secreto empresarial y cómo protegerlos.

Para empezar, vamos a ver la normativa base referente a esta materia, se trata de la Ley 1/2019 de 20 de febrero de Secretos Empresariales (“Ley de Secreto Empresariales” o LSE).Con esta norma, se traspone al derecho español la Directiva (UE) 2016/943 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 8 de junio de 2016, relativa a la protección de conocimientos técnicos y la información empresarial no divulgados (secretos comerciales), contra su obtención, utilización y revelación ilícitas (la “Directiva).

Es una ley poco densa ya que, se estructura solamente en veinticinco artículos distribuidos en cinco capítulos, una disposición transitoria y seis disposiciones finales.

La LSE tiene por objeto proteger los secretos empresariales, para ello define qué son los secretos empresariales, cuándo su utilización ha de entenderse como ilícita y las acciones para su defensa.

¿Qué es un secreto empresarial?

Se considera secreto empresarial, según el ar.1.1 de la LSE, cualquier información o conocimiento, incluido el tecnológico, científico, industrial, comercial, organizativo o financiero, que reúna las siguientes condiciones:

  • a) Ser secreto, en el sentido de que, en su conjunto o en la configuración y reunión precisas de sus componentes, no es generalmente conocido por las personas pertenecientes a los círculos en que normalmente se utilice el tipo de información o conocimiento en cuestión, ni fácilmente accesible para ellas;
  • b) tener un valor empresarial, ya sea real o potencial, precisamente por ser secreto, y
  • c) haber sido objeto de medidas razonables por parte de su titular para mantenerlo en secreto

las disposiciones de esta ley atribuyen al titular del secreto empresarial un derecho subjetivo de naturaleza patrimonial, susceptible de ser objeto de transmisión, en particular, de cesión o transmisión a título definitivo y de licencia o autorización de explotación con el alcance objetivo, material, territorial y temporal que en cada caso se pacte.

¿Cuál es su importancia para las empresas?

En palabras de la propia leyLas organizaciones valoran sus secretos empresariales tanto como los derechos de propiedad industrial e intelectual y utilizan la confidencialidad como una herramienta de gestión de la competitividad empresarial, de transferencia de conocimiento público-privada y de la innovación en investigación, con el objetivo de proteger información que abarca no solo conocimientos técnicos o científicos, sino también datos empresariales relativos a clientes y proveedores, planes comerciales y estudios o estrategias de mercado

¿Por qué surge la necesidad de protegerlos?

El avance tecnológico es uno de los aspectos determinantes en este caso porque se trata de un arma de doble filo, por un lado, nos facilita mucho los avances innovadores en todos los campos, pero por otro, hace que sea cada vez más difícil protegerlos de la exposición a la competencia desleal.

Por eso, es necesario crear una seguridad jurídica reforzada que contribuya a aumentar el valor de las innovaciones que las organizaciones tratan de proteger como secretos empresariales, ya que se reduciría el riesgo de apropiación indebida.

La Ley de secretos empresariales actúa como una ley especial, lo que significa que la violación de los secretos empresariales mantendrá su carácter de acto de competencia desleal.

Violaciones de secretos empresariales

La mayoría de violaciones de secretos profesionales se producen por parte de los empleados, ex empleados o colaboradores que tienen acceso directo o indirecto a información sensible, de ahí la necesidad de las empresas de adoptar medidas para prevenir fugas de ese tipo de información.

Según el art. 2 de la LSE, la utilización, obtención y revelación de secretos empresariales solamente es lícita en los siguientes casos:

  • El descubrimiento o la creación independientes;
  • La observación, estudio, desmontaje o ensayo de un producto u objeto que se haya puesto a disposición del público o esté lícitamente en posesión de quien realiza estas actuaciones, sin estar sujeto a ninguna obligación que válidamente le impida obtener de este modo la información constitutiva del secreto empresarial;
  • El ejercicio del derecho de los trabajadores y los representantes de los trabajadores a ser informados y consultados, de conformidad con el Derecho europeo o español y las prácticas vigentes;
  • Cualquier otra actuación que, según las circunstancias del caso, resulte conforme con las prácticas comerciales leales, incluidas la transferencia o cesión y la licencia contractual del secreto empresarial.

Por tanto, se considera una violación de secreto empresarial cunado la obtención se secretos se lleve a cabo mediante:

  • El acceso, apropiación o copia no autorizadas de documentos, objetos, materiales, sustancias, ficheros electrónicos u otros soportes, que contengan el secreto empresarial o a partir de los cuales se pueda deducir; y
  • Cualquier otra actuación que, en las circunstancias del caso, se considere contraria a las prácticas comerciales leales.

¿Están los secretos empresariales relacionados con la protección de datos?

Por supuesto que sí, los secretos empresariales, como su propio nombre indica, se basa en el secreto y la confidencialidad que se encuentran regulados tanto en el art. 5.1 f de Reglamento General de Protección de Datos como también en el art.5 de nuestra ley Orgánica 3/2018, por tanto, la creación de acuerdos de confidencialidad es una medida legal clave para salvaguardar los secretos empresariales.

Cuando hablamos de secreto empresarial a todos se nos viene a la cabeza como ejemplo típico la receta de la Coca-Cola, pero un secreto profesional puede ser por ejemplo el listado de clientes o proveedores, considerados actualmente, como uno de los activos más preciados por las empresas. La protección de secretos empresariales no solamente está relacionada con la protección de datos sino también con la seguridad de la información.

Si tienes alguna duda o quieras recibir más información sobre el tema tratado, en Legitec estaremos encantados de poder ayudarte, somos una empresa con amplia experiencia tanto en el sector legal como tecnológico.

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