Todos tenemos nuestro dispositivo móvil lleno de aplicaciones que usamos para comunicarnos, comprar, editar imágenes, jugar, etc. y seguro que en la mayoría de veces ni hemos revisado la política de protección de datos y si lo hemos hecho no habremos llegado al final de su lectura, es algo normal, nos pasa a todos.
Quizá nos sirva de aliento saber que una política de protección de datos tiene mucha información que es importante conocer, ya que nos permite un mayor control de nuestros datos, pero también es imagen del grado de cumplimiento de la normativa y por lo tanto habla también mucho de la empresa o desarrollador que hay detrás de la aplicación.
Para ello, vamos a ver unas breves pinceladas sobre el acceso que pueden tener estas apps y las obligaciones que tienen que cumplir.
¿CUÁNTO PUEDE SABER UNA APP SOBRE MÍ?
Teniendo en cuenta que en un smartphone podemos centralizar toda nuestra información personal y profesional, podríamos decir que una app podría llegar a saber mucho de nosotros, como por ejemplo tu ubicación, tus credencias, tu almacenamiento interno, la cámara y a mucha otra información que no necesita, si no nos damos cuenta antes.
Esto nos indica que debemos tomar algunas medidas antes de descargarlas o concederles permisos ya que de lo contrario tendríamos a una aplicación en el móvil que se estaría conectando continuamente a su servidor en la nube y transfiriendo datos desde nuestro teléfono con la consiguiente pérdida de control de nuestra información.
¿CÓMO SÉ SI ME PUEDO FIAR DE LA APP?
Detrás de una aplicación siempre hay una persona responsable y si cumple con las normas de protección de datos, esta siempre deberá como mínimo identificarse, decirnos en qué lugar del mundo se encuentra domiciliada, a través de qué vías de comunicación podemos contactarla para ejercitar algún derecho y si cuenta con la figura del Delegado de Protección de Datos.
Recordemos que todas las aplicaciones móviles sin excepción, deben informar acerca del tratamiento que van a realizar de nuestros datos con carácter previo a obtenerlos, esto es, antes de la descarga y además proporcionarnos información respecto del tipo de datos que van a tratar, el plazo de conservación y todos los derechos de los que disponemos.
No podemos evitar que nos aburra su lectura o revisión, pero sí que deben poner medios para favorecer que el lenguaje utilizado sea fácilmente comprensible por cualquier persona, huir de frases demasiado genéricas o palabras ambiguas para permitirnos una comprensión de toda la información respecto a los datos a los que va a acceder dentro de nuestro teléfono o los que va a recopilar una vez descargada la aplicación.
Ya que cuando soliciten consentimientos deberíamos poder comprender bien las finalidades a las que van a ser destinadas.
¿QUÉ CONSEJOS O RECOMENDACIONES PUEDO SEGUIR?
Una premisa debe ser descargarnos siempre aplicaciones oficiales y actualizarlas en cuanto salga una mejora, debemos evitar descargárnoslas de páginas webs no oficiales, tened en cuenta que la descarga desde la tienda de aplicaciones nos brinda una seguridad añadida, aunque, aun así, debamos leer y dar permisos con calma.
Otra recomendación podría ser, que cuando una aplicación te pida permisos de acceso a la galería de imágenes, al micrófono, a los contactos, ubicación, etc. debemos preguntarnos si realmente es necesario para poder disfrutar del servicio que nos ofrece. Es importante saber que nosotros podemos participar del control de los permisos desde la propia app y desde los propios ajustes del dispositivo en cualquier momento.
Si crees que algún servicio de internet ha vulnerado tus derechos y/o tienes sospechas de ellos o de lo contrario eres una empresa o estás pensando en desarrollar una aplicación, te preocupan las medidas de seguridad aplicada o tiene dudas acerca de los accesos que puede tener puedes ponerte en contacto con nosotros.
Autora: Alicia García Fernández
